viernes, 3 de julio de 2009

nº 07 La conexión de redes definida por el software


Durante años, los informáticos han imaginado formas de mejorar la velocidad, fiabilidad, seguridad y bajo consumo de la conexión de redes. Pero sus esquemas generalmente terminaron como proyectos de laboratorio, debido a que ha sido imposible probarlos en una escala lo suficientemente grande como para ver si funcionaban. Los routers e interruptores en el núcleo de Internet están vedados, su software es propiedad intelectual de Cisco y Hewlett-Packard.


Frustrados por esta imposibilidad de juguetear con las asignaciones de ruta de Internet en la vida real, el informático de Stanford Nick McKeown y sus colegas desarrollaron un estándar llamado OpenFlow que, esencialmente, abre Internet a los investigadores. Les permite definir el flujo de datos mediante software, una especie de “conexión de redes definida por software”. Al instalar un componente de firmware (software alojado en el hardware) de OpenFlow, los ingenieros tienen acceso a tablas de flujo, reglas que le indican a los routers y a los interruptores cómo direccionar el tráfico de la red. Sin embargo, protege las instrucciones de asignación de ruta patentadas que diferencian el hardware de cada empresa.


Con OpenFlow instalado en routers y en los interruptores, los investigadores pueden utilizar el software de sus ordenadores para acceder a las tablas de flujo y controlar esencialmente la disposición y la cantidad de tráfico haciendo clic en el ratón. Este acceso basado en el software permite a los científicos probar protocolos nuevos para los interruptores y la asignación de rutas de un modo económico y fácil. “Actualmente, la seguridad, las asignaciones de ruta y la administración de energía están predeterminados y es algo muy difícil de cambiar", asegura McKeown. "Es por eso que la infraestructura no ha cambiado durante 40 años".


Normalmente, cuando un paquete de datos llega a un interruptor, el firmware comprueba el destino del paquete y lo remite de acuerdo a reglas predefinidas sobre las que los operadores de red carecen de control. Todos los paquetes que van al mismo lugar se encaminan por la misma ruta y se tratan del mismo modo.


En una red que ejecuta OpenFlow, los científicos de informática pueden añadir, quitar y entrometerse con estas reglas. Esto significa que los investigadores podrían, digamos, dar prioridad al vídeo sobre el correo electrónico, y reducir la molestia del vídeo en directo que comienza y se detiene una y otra vez. Podrían establecer normas para el tráfico procedente de, o con destino a un determinado punto que les permita poner en cuarentena el tráfico de un ordenador sospechoso de albergar virus.


OpenFlow también se puede utilizar para mejorar las redes de telefonía móvil. Los proveedores de telefonía móvil han comenzado a ampliar sus redes utilizando productos de hardware elaborados para internet. Pero este hardware es poco recomendable si se pretente mantener la conexión cuando un usuario está en movimiento: basta con pensar en la forma casi imperceptible en que la conexión de datos de un ordenador portátil se transfiere desde una estación de base inalámbrica a otra. OpenFlow, según McKeown, ofrece a los proveedores de servicios una manera de probar soluciones nuevas para el problema de la movilidad.


El grupo de McKeown recibe financiación y equipamiento de empresas de redes como Cisco, Juniper, HP y NEC, así como de proveedores de telefonía móvil como T-Mobile, Ericsson y NTT DoCoMo. Las ideas probadas en interruptores que ejecutan OpenFlow podrían integrarse en el firmware de los nuevos routers, o podrían añadirse a los viejos a través de actualizaciones del firmware. McKeown espera que este año una o más de estas empresas comercialicen productos con OpenFlow incorporado.

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